La escalera de cristal

A donde conducirán esas relucientes y crisálidas escaleras de cristal?. Imagina el cristal más puro, precioso, liso y translucido que puedas imaginar. Esas escaleras,bajo un fondo estrellado, conducían a lo que para un hombre sencillo como el ,sería su propia perdición y a la vez, esperanza.

Sus pasos se tornaban rápidos y fatigados, parecían querer encontrar el último escalón lo antes posible. Su cabello, liso y encrespado, se movía como si con alas propias contase, al son de sus pisadas. El aire salía cada vez más angustiado de su garganta, eran muchos los escalones que ya había pasado, y también los que aún quedaban por delante. Nada era suficiente como para detenerlo, arriba, desde mucho tiempo atrás, le esperaba ella. La luz, la fuente de energía, todo lo que el siempre había mirado, deseado, sabía que no querría que ese momento acabase nunca

El cielo, con el color violeta azulado más magnifico y bello que puedas imaginar, bañaba la figura de aquel soñador por completo. También lo hacían las estrellas, que no hacían más que caer, adornando el cielo con miles de lucecitas inmortales, permanentes, que no dejaban paso al día.

La escalera seguía sin terminar, y aquel joven soñador no se rendía. De pronto, un crujido leve se escucho de los más profundo de la tierra. Pedacito a pedacito, los escalones bañaban el suelo de brillantes lagrimas de cristal. El joven, angustiado, comenzó a ir más y más rápido. Aquello parecía alcanzarle, pero no quiso rendirse. Una fugaz sombra comenzó a envolver sus piernas. Ahora era más lento, y temía que le alcanzase aquello. La sombra se tornó aún más oscura, y de la pierna del joven comenzaron a brotar unos pequeños hilos de sangre.

Siguió hacia delante, ya no podía seguir corriendo mucho más rápido, y temía no llegar al final. Poco a poco, comenzó a distinguir lo que formaba una plataforma de una piedra preciosa, tendida en el aire, sostenida únicamente por aquellas frágiles escaleras. Cojeando, consiguió llegar a lo que parecía ser el último escalón, abalanzándose sobre el suelo para no caer al vació. Su mirada enfoco aquel sumergente cielo nocturno.

El chico, dolorido, y dejando un rastro de sangre tras de si, comenzó a moverse hacia todos lados, entrando en la búsqueda obsesiva de lo que tanto había buscado. Algo deslumbró su mirada, abandonó todos sus pensamientos y solo dejo paso a el asombro : Una figura de una mujer se plantaba ante el. Un largo vestido recorría gran parte de la plataforma con sumo cuidado y delicadeza. Ella, con una sonrisa en sus carnosos labios, comenzó a dirigirse hacia el joven. El joven, sonriendo, y aquella bella dama, con una dulce lagrima colgando de sus almendrados ojos, dejo paso a un breve gemido de alegría y sollozo. La mano del joven, con gotas de sangre recorriendo sus heridas, se poso sobre su delicado rostro. El brazo de la dama rodeo el cuello de aquel valeroso joven. Nada pudo interponer lo que a partir de ese momento sucedería. Las estrelas parecían bailar de alegría entrono a ellos, utilizando la inmensidad del cielo como escenario.

Los rostros de ambos comenzaron a acercarse en ambas direcciones. Los labios de ella pedían,susurrando, que el posara los suyos. No hizo falta. El joven, regaló a ambos lo que sería, hasta la posteridad, un momento único, que jamás sería curtido por nadie, ni por el mismísimo tiempo. Ambos formaron una misma figura que brillaba mucho más que cualquier estrella de aquel inmenso cielo, y que seguiría viva con el paso de los siglos y los siglos…

~ por seikyoku en febrero 25, 2012.

2 respuestas to “La escalera de cristal”

  1. Guau! Que bonito, jo!

  2. si, es precioso *-* al principio me ha recordado a stairway to heaven pero luego lo has transformado y ha quedado tan personal y delicado y perfecto *—-* es genial

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